El pan es uno de los elementos en los que podemos fijarnos para diferenciar un catering de calidad de uno mediocre.

Para el comensal parece que todo se ha dispuesto como por arte de magia. Sin embargo, para que esa sensación de sencillez funcione, hay mucho trabajo detrás. Hay que cuidar muchos detalles y el pan para catering es uno de los más importantes.

EL PAN COMO PROTAGONISTA

El pan ya no es un simple complemento de un catering, se ha convertido en el producto estrella. 

Si realizas la selección adecuada de panes, el cliente valorará la dedicación que hay detrás de cada bocado. Ha dejado de ser suficiente llevar cualquier pan para salir del paso. 

Los detalles y la personalización son tendencia. Aplícalo en la selección de todos los platos que ofreces.

 

HACIA LA SOSTENIBILIDAD 

La tendencia actual en los caterings es eliminar plásticos innecesarios y hacer un negocio más sostenible. Para ello se necesita otro soporte para los alimentos pero, ¿cuál puede ser?

«La manera de hacer tu catering más sostenible es convertir el pan en el recipiente. Así no hay necesidad de utilizar vasos, platos, brochetas…», recomienda Delia Torrano, experta y asesora de gastronomía de Cocinoterapia.

Si además convertimos cada plato en un bocado, no necesitaremos tampoco cucharas o tenedores de plástico.

DESAYUNOS DE TRABAJO 

Los desayunos de trabajo están de moda. Deben incluir dulce y salado. 

Además, es mejor ofrecer piezas individuales. Así todo el mundo probará más sabores. 

Para la sección de dulces, proponemos un mini surtido de bollería danesa. 

Otro clásico son los donuts variados de colores alegres.

Un catering para desayuno de trabajo no puede olvidar un clásico como el croissant. La elección perfecta sin duda es nuestro croissant recto de mantequilla premium. Ideal para acompañar con dulce o salado. 

El Pan, protagonista de tu catering Clic para tuitear

 

EL TAMAÑO DEL PAN MARCA LA DIFERENCIA 

Siempre es recomendable utilizar piezas pequeñas que barras de pan o baguettes. La razón es sencilla: si quieres dar un servicio de calidad en tu catering, el pan debe estar fresco.

Las piezas grandes hay que cortarlas, lo que implica que se secarán antes. ¿Quién no ha sentido el desagradable tacto de la miga seca en la boca al probar un canapé? Para evitarlo, nuestra recomendación es utilizar piezas individuales. 

El comensal siempre disfrutará de un pan en su punto. El protagonista ha de ser apetecible.

ORIGINALIDAD Y VARIEDAD 

Ofrece siempre varias opciones para que sea el cliente quien elija el tipo de pan que prefiere degustar.

Entre las alternativas, puedes ofrecer pan integral, que cada vez está más solicitado por la percepción de pan sano que tus clientes tienen de él.

También panes con semillas de girasol, calabaza, sésamo o amapola. Probarán diferentes sabores y texturas. Otro beneficio es que tú podrás jugar con sus diferencias para elegir el pan perfecto para cada bocado. 

Y no olvides que tu catering resultará más vistoso visualmente, un detalle que le hará ganar en calidad. 

PIENSA EN TODOS TUS COMENSALES 

No permitas que alguien que acude a tu catering se quede sin probar nada. Prepara siempre tapas sin gluten para que todos tus invitados puedan participar del festín.

Incluye también pan sin gluten para celíacos envasado individualmente. 

LA PREPARACIÓN 

Tenemos que organizar nuestro tiempo y nuestras prioridades en función de qué canapés o tostas se mantienen perfectas y nos podemos permitir preparar con antelación y cuáles debemos preparar justo antes de servir.

Elabora con tiempo unas pulguitas con fiambre y consérvarlas en papel film. En cambio, las tapas que incluyan alimentos más delicados, como salmón, tendrán que prepararse antes de ser servidas. 

Sucede lo mismo con los alimentos que tienen humedad, como vegetales o untables.

En este caso, el pan de centeno es tu elección, porque es resistente a la humedad. Es perfecto para alimentos untables y bases con hojas.

En el caso de que el pan deba servirse caliente, también se finalizará su preparación en el momento justo anterior a ser servido.

El pan caliente provoca una sensación especial en la boca, pero también nos entra por otros sentidos, como el olfato (ese olor a pan recién hecho) o el oído (el crujido mágico del pan recién tostado).

En cambio, si servimos una pieza de carne sobre un pan tostado y dejamos que se enfríe en una bandeja, la experiencia del comensal será muy pobre. La carne estará fría y se habrá endurecido, perdiendo además sus cualidades olorosas. Con el pan sucederá lo mismo: se habrá convertido en un mendrugo sin sabor y sin olor.

EL TIEMPO ES ORO

Te surge un servicio a última hora y apenas tienes tiempo para prepararlo. Descarta todas aquellas labores que te llevarán más tiempo, como por ejemplo, la preparación de aperitivos horneados. 

Compra Bretzels alemanes precocidos (en Fricopan incluso tenemos uno ya listo para servir) u hojaldres con salchicha de pollo ya elaborados. 

Ten en cuenta que la comida caliente sacia más. Lleva un pequeño horno y así podrás servir tapas calientes.

Eso sí, asegúrate de que el producto sea de calidad. 

LOS POSTRES 

La elaboración requiere tiempo y dedicación. Compra postres individuales o tartas ya preparadas. 

Al igual que sucede con los panecillos, las piezas dulces individuales también se conservan mejor. Otra de sus ventajas es que el invitado podrá probar varias, o al menos tendrá más sensación de abundancia. 

Si en tu catering hay una tarta, córtala en el momento de servirla. Primero entrará por los ojos de tu cliente y creará expectativa. Al mantenerla sin cortar, cuando lo hagas estará esponjosa y conservará todas sus cualidades.

El negocio de los caterings ha evolucionado porque el cliente tiene más experiencia. Ahora, el pan que antes era un elemento de acompañamiento se ha convertido en el protagonista. 

Y no solo porque su variedad y calidad dan categoría al evento. 

El pan para catering también se ha posicionado como una alternativa para convertir tu negocio y tu oferta gastronómica en una opción más respetuosa con el medio ambiente.

¿Te unes al cambio?