Consumimos pan en muchas ocasiones: bocadillos, para acompañar una comida, para elaborar tapas, etc. El pan es un alimento básico de la dieta ibérica desde hace siglos, y aporta más nutrientes de los que nos podemos imaginar: vitaminas del grupo B, carbohidratos lentos, según los tipos de panes, también proteínas, fibra, otras vitaminas y minerales.

Hay más de trescientos tipos de panes. Aquí realizaremos una descripción de las clases de pan más consumidas, cuál es la ocasión ideal para tomarlos, qué usos darles y qué características tienen sus ingredientes.

 

 

Tipo de panes

Según la tienda a la que vayamos podemos encontrar todo tipos de panes. Aparte de los panes básicos, como la baguette o el pan de bocadillo, actualmente estos son los más consumidos y frecuentes en los establecimientos del país.

Pan de espelta

La espelta es uno de los cereales más antiguos y completos que ha utilizado la humanidad. Es una variedad de trigo, pero más rica en proteínas, vitaminas, minerales y fibra que el pan corriente. Por eso, recientemente su popularidad ha vuelto a aumentar.

Por su alto valor nutritivo, el pan de espelta es ideal para aquellos que consumen poco pan, pero quieren beneficiarse de sus nutrientes. Contiene más fibra y es más digerible que el pan blanco. Para disfrutar estas propiedades, debemos consumir el pan de espelta elaborado con harina integral de espelta y no refinada.

Pan de centeno

Es un tipo de pan muy conocido en países del norte de Europa como Alemania o Dinamarca, pero, gracias a sus propiedades y su sabor con carácter, recientemente se ha vuelto muy popular en España.

Además, tiene la ventaja de conservarse mejor que otros panes y contiene menos gluten, por lo que se levantan menos con la fermentación. Por ello parecen más «densos». Tiene altos contenidos de fibra, por lo que es un pan beneficioso contra el estreñimiento y con bajo índice glucémico, por lo que es mejor tolerado por diabéticos.

Su fuerte sabor combina bien con sabores suaves como el queso blanco y texturas como el salmón o el pepino.

Pan integral

Se caracteriza por estar elaborado con harina más alta en salvado porque no ha sido refinada, y contiene más nutrientes y fibra que el pan normal. La harina integral se considera más saludable que la refinada porque conserva intacto todo el alimento del trigo y, según el contenido en fibra del pan, puede ser muy efectivo contra el estreñimiento.

Existen varias clases de panes integrales, como el de uvas pasas, el de doble fibra o de multicereales. Además, a menudo se elabora de centeno o con masa madre, de manera que encontramos muchas posibilidades y diferentes texturas y sabores.

El pan integral tiene usos muy diversos: bocadillos, sándwiches, tostadas, acompañar comidas, etc.

Pan multicereales

Este pan suele elaborarse con harinas procedentes de distintos cereales, como trigo, avena, centeno, linaza, etc. o bien elaborarse con una harina, pero incorporar los cereales y semillas en el pan. Tienen más vitaminas, minerales y fibra que el pan común. También mayor poder saciante, por lo que se recomienda tomar en lonchas finas.

Su sabor con cuerpo combina muy bien con patés y ahumados. Este pan es una buena idea para aquellos que no suelen tomar cereales en su dieta.

Pan de Campaña

Es conocido por ser consumido en las zonas rurales de Francia. Se suele encontrar de forma redonda y espolvoreado con harina. Su corteza es más crujiente y dorada que la del pan común y también más gruesa, por lo que puede conservar mejor la miga en su interior si no se corta. Se elabora con harina de trigo y levadura fresca, la cual le da un agradable sabor.

Es una buena idea consumirlo untado con tomate y aceite de oliva, simplemente con mantequilla, o con untables dulces como la mermelada o la crema de chocolate. Es un pan que admite muchas combinaciones.

Pan de girasol

Consiste en pan blanco o integral, elaborado con harina de trigo o de centeno, al que se incorporan pipas de girasol. Por ello, muchas veces se comercia como «pan de pipas». Gracias a las semillas de girasol, se consigue una original consistencia y aportar al pan más vitamina E, potasio, fósforo y ácidos grasos omega-6.

Combina prácticamente con todos los alimentos y aporta un sabor a pipas muy suave. Normalmente, a las pipas se le añade sal para su consumo, pero no a todos los panes se le añade por igual. Va bien con todo, especialmente pescados y ahumados.

Pan casero

Es el elaborado en casa con harina de trigo, levadura fresca o química, agua y sal. También se puede elaborar con otras harinas o agregar semillas, permitiendo muchas posibilidades creativas. Se suele preferir este pan porque, al ser de elaboración reciente, conserva todo su sabor y aroma.

Pan de chía

Consiste en pan elaborado con harina de trigo u otras harinas, al que se añaden semillas de chía. El alto contenido de ácidos grasos omega-3 de estas semillas las ha popularizado en los últimos años. Este nutriente es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro, es un antioxidante natural y ayuda a bajar el colesterol, entre otras propiedades.

El pan de chía es excelente para tomar con mermelada o mantequilla o acompañar ensaladas verdes.

Pan rústico

Similar al pan de campaña, pero normalmente elaborado en forma de barra, tiene la corteza muy crujiente y miga suelta y fresca. Se elabora con harina de fuerza y levadura seca. Frecuentemente se somete a procesos de doble o triple fermentación, lo que le da mayor durabilidad.

Suele ser tomado en el desayuno, en forma de rebanadas, aunque también es buena idea para acompañar las comidas a mediodía.

Pan de montaña

El pan de montaña es el clásico pan mediterráneo, elaborado con forma de barra o redondo y enharinado. Es un pan de sabor muy neutro y polivalente, por lo que sirve muy bien como pan cotidiano, para hacer bocadillos, sándwiches, etc.

Se elabora con harina de trigo o con mezclas de harina de trigo y centeno o espelta, y a veces también se le añaden semillas.

Estos son los tipos de panes más comunes. Una riqueza gastronómica para elegir.

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