Puede dar la sensación de que las hamburguesas son siempre iguales: dos panes y un trozo de carne en medio. Nada más lejos de la realidad.
El típico burguer también se adapta a las tendencias y a nuestra curiosidad por nuevos sabores y alimentos más sanos y sostenibles con el medio ambiente.
Por eso en este artículo no vamos a hablar solo de las elaboradas con carne, también hay opciones para vegetarianos o para los que siempre eligen pescado (o necesitan engañar a quienes no les gusta).
Cheeseburger con pan de Pretzel
Empezamos con una receta clásica.
Pon en un bol carne picada, ajo picado y un poco de perejil y júntalo todo. Luego haz unas albóndigas con las manos y sobre una superficie horizontal, aplástalas para hacer las hamburguesas.
Fríelas en la sartén y, cuando tengas hecha la primera cara, pon sobre ella una o dos lonchas de queso cheddar para que se derrita con el calor.
Colócalo sobre la mitad de un panecillo laugen. En la otra mitad, añade ketchup, mostaza y un par de rodajas de pepinillo agridulce.
Si quieres que haya más queso, puedes añadir alguna salsa de queso.
¿Eres un clásico? Incluye la hoja de lechuga de rigor y la rodaja de tomate, pero no te hará falta. El pan alemán dará le un toque muy especial, y no solo por el sabor.
A pesar de la sencillez de la receta, el panecillo alemán le proporciona un aspecto apetecible y original.
Las hamburguesas más originales hechas con el pan de Pretzel Share on X
Hamburguesas veganas de garbanzos
Te vamos a dar dos opciones elaboradas con garbanzos que quedan muy bien con nuestro panecillo laugen. Es un panecillo redondo hecho con masa de bretzel y con un corte en forma de cruz en la parte superior.
Para los amantes de los sabores frescos
Pica cebolla y ponla en la sartén con un poco de aceite hasta que esté transparente. Luego únelo con los garbanzos, el cilantro picado, sal, harina y si te sientes creativo y quieres sumar alguna especia, adelante. Puedes añadir un chorrito de limón si te apetece un toque aún más fresco.
Si la mezcla está muy húmeda, añade un poco más de harina. Otro truco si ha quedado demasiado blanda es meter la masa en el horno después de cocinada.
Parte por la mitad el panecillo laugen. Coloca la preparación caliente y añade una hoja de lechuga iceberg, una rodaja de tomate y aguacate, bien sea triturado o en láminas.
Para los que prefieren algo más fuerte
En esta ocasión, vamos a espolvorear sobre los garbanzos pimentón dulce al gusto, sal y un poco de pimienta.
Freímos la cebolla picada con perejil hasta que quede blanda. Luego lo unimos a los garbanzos salpimentados. Convertimos todo en una masa, ayudándonos de un poco de harina para que espese mejor.
Hacemos con las manos unas bolas que luego aplastaremos para lograr la forma deseada. Las pasamos por pan rallado, y a la sartén con un poco de aceite.
Unta una parte del panecillo laugen con mayonesa o con una mezcla de mayonesa y mostaza.
Rosca con nuestro original laugenkranz
Una rosca se parece más a un bocadillo, pero en este recopilatorio nos apetecía incluir una receta que se pueda compartir entre varias personas. ¿Y qué mejor que una rosca de jamón serrano y queso manchego? La mejor manera de unir la gastronomía española con nuestro pan alemán.
El laugenkranz es un pan alemán muy típico. Está formado por varios bollitos redondos unidos entre sí. Lo elaboramos con masa de pretzel.
La receta es muy muy sencilla. Parte la corona en dos horizontalmente para rellenarla. En su interior coloca lonchas de jamón serrano y queso manchego.
Te recomendamos que al colocarlas pongas una loncha de jamón y un trozo de queso en cada bollito. Así luego te resultará más fácil repartirlo.
Puedes meterlo en el horno unos minutos para que el queso y el jamón se calienten y esté mucho más apetecible.
La presentación será muy original y el sabor la mezcla perfecta de culturas.
Burguer de merluza para engañar a los que odian el pescado
Con este plato nadie podrá resistirse al pescado.
Lo hemos preparado con merluza, pero serviría otro pescado blanco. Desmenuza la merluza y asegúrate de que no queden espinas o restos de piel. Puede ser muy desagradable encontrar una espina mientras disfrutas de tu delicioso burguer.
Partimos cebolla muy fina y la pochamos en una sartén. Añadimos ajo también picado muy fino.
Después, añade la cebolla y el ajo (cuidado con el exceso de aceite) al pescado. Lo salamos.
A la mezcla le sumamos huevo batido y harina para que compacte y se cocine mejor. Preparamos porciones con la típica forma aplastada y las pasamos por la sartén con aceite hasta que estén crujientes por fuera y jugosas por dentro.
Si tienes poco tiempo o no te apetece trabajar tanto los filetes, haz lo siguiente:
Coge el filete de pescado blanco sin piel y córtalo del tamaño del pan. Rebózalo en huevo batido y luego en pan rallado. Fríelo. El resultado también será bueno.
Los niños probablemente querrán comerla con ketchup, pero para los adultos tenemos algo más refinado.
Para que quede perfecta con el pescado, prepara tu propia salsa. Añade a media taza de mayonesa la ralladura de un limón y eneldo fresco muy picado. Si te gusta la cebolla, incluye cebolla morada, también muy picada.
¿Quién dijo que no quería cenar pescado?
El bretzel o pretzel no es solo el típico lazo. Las hamburguesas tampoco son siempre solo una comida para salir del paso.
Nuestro panecillo laugen con masa de bretzel clásico es el aliado perfecto para hacer una hamburguesa original, tanto si es de carne como de pescado o pensada para vegetarianos. La mezcla de sabores será irresistible.