El pan precocido, o pan congelado, ha logrado convertirse en una magnífica manera de degustar un pan recién hecho con todas sus propiedades. Sin embargo, se sigue pensando que este producto no es el más adecuado para la salud por una serie de motivos que analizamos a continuación.

¿Es saludable el pan precocido?

El pan, con independencia de su forma de elaboración, es uno de los alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta. La única diferencia con el pan tradicional es que lleva más agua y una ligera cantidad, en comparación con la que contienen los refrescos azucarados, de ácido ascórbico.

Su proceso de elaboración es el siguiente:

Se elabora la masa con harina, levadura, agua, sal y el antedicho aditivo. Se usa una amasadora para darle textura.

Se hornea durante la mitad del tiempo recomendado para su cocción completa.

Se envasa y se ultracongela inmediatamente para mantener todas sus propiedades.

Diversos estudios realizados por profesionales de la nutrición apuntan a que este producto es totalmente saludable. Es decir, el hecho de que esté congelado no altera, en ningún momento, el aporte de proteínas, vitaminas y minerales del pan. Se trata, simplemente, de paralizar el proceso de cocción para que pueda terminarse donde el cliente así lo decida.

Además, el envasado contribuye a:

Reducir al máximo el uso de conservantes. De hecho, no los lleva gracias a la ultracongelación que es la que garantiza que el pan esté crujiente y delicioso cuando se prepare.

Aumentar la durabilidad del pan. Estando congelado ni se endurece, ni hace acto de presencia el moho, ni la levadura sigue actuando sobre su textura. 

Mejorar su aprovechamiento. Para comercios de venta al público y establecimientos de hostelería es la solución perfecta. Se vende el producto siempre envasado preservando así su calidad. En cualquier bar o restaurante también resulta más fácil evitar tener que tirar el pan cada día al finalizar el servicio.

Es más fácil almacenarlo. Cualquier congelador profesional atesora la capacidad suficiente para albergar una interesante cantidad de pan. Esta ventaja es fundamental para sacarle el máximo partido a este producto.

Consejos prácticos para hornear el pan congelado

En no pocas ocasiones, la mala prensa de este tipo de pan procede, directamente, de un error en su horneado. Se tiende a pensar que es un producto de mala calidad porque no tiene la textura adecuada o bien porque está demasiado crudo o muy hecho.

Los siguientes consejos resultan determinantes para que cada barra o bollo de pan congelado tenga la textura más adecuada:

– No es conveniente hornear piezas de distinto tamaño al mismo tiempo. Cada pieza tiene su cocción. Las prisas solo llevarán a que una parte del pan esté en su punto y la otra cruda.

– Es recomendable sacar el pan del congelador unos 30 minutos antes de su horneado. Dejándolo a temperatura ambiente es suficiente para conseguir un espléndido resultado y reducir el tiempo de cocción.

– Siempre hay que seguir las instrucciones del fabricante. ¿Por qué? Pues porque solo el productor sabe el tiempo de cocción que le ha dado al pan. Así, te será más fácil lograr tu objetivo de servir un pan que sorprenderá a todos por ser idéntico al tradicional en todos los aspectos.

– El pan congelado no tiene exactamente las mismas características, al hornearse, que el tradicional. En otras palabras, hay que medir muy bien la temperatura y el tipo de horno para impedir que la corteza quede demasiado dura o para obtener un aspecto dorado e interesante por fuera, pero un interior crudo y poco recomendable.

– Lo ideal es precalentar el horno a 200º y esperar unos 10 minutos a que se dore. Al sacarlo del horno, se recomienda dejarlo enfriar durante unos minutos antes de servirlo para lograr esa corteza crujiente y esa miga con cuerpo tan apetecible. Se recomienda ir observando la cocción e incluso ir comprobando la textura del pan.

Resulta necesario volver a subrayar que hay que solicitar al proveedor toda la información necesaria para hornear el pan correctamente. Solo así es posible lograr los mejores resultados.

El avance de este tipo de pan en el mercado es ya imparable. Con cerca de un 20 % del mercado, resulta complicado encontrar a profesionales de la hostelería o de la alimentación que no dispongan de este producto en sus negocios.

Esperamos haber despejado distintas incógnitas sobre su composición y también sobre su idoneidad en lo que a su consumo respecta. El pan precocido es tan saludable como el tradicional y es más fácil de usar. Escoger un producto que va perdiendo propiedades a medida que pasan las horas u otro que se degusta siempre en su punto es una decisión que ha de tomar el comprador. De la misma dependerá la opinión que tengan los clientes del pan que han podido degustar o comprar en tu negocio.